La cocina italiana es tan variada como las regiones que la componen, este país tan rico en arte, ingredientes, pero ante todo en una cultura gastronómica por demás única. La carne de ternera, res y cerdo norteamericana hacen de las preparaciones más clásicas algo verdaderamente exquisito, debido a su marmoleo, jugosidad, terneza y sabor, resultado de los estándares de producción, inspección y rastreabilidad que se aplican en cada etapa de su procesamiento.

BISTECCA FLORENTINA: Un T-bone o Porterhouse de carne de res norteamericana con un grosor de no menos de dos pulgadas, una parrilla, sal, pimienta y un poco de romero (opcional); y queda este delicioso platillo digno de una cena de la familia Medici.

OSSO BUCO: Un delicioso chamorro de ternera norteamericana lentamente cocinado en salsa española dará como resultado este clásico de la cocina italiana.

SALSA BOLOÑESA: 50% carne de res americana y 50% carne de cerdo americana más los elementos típicos de esta salsa: jitomates, ajo, aceite de oliva, laurel, tomillo y albahaca, harán de cualquier pasta un verdadero manjar.

ALBONDIGAS ITALIANAS: 80% carne de res americana, 20% carne de cerdo americana, ajo, perejil, huevo, albahaca y una salsa de tomate para su cocción darán como resultado una preparación que puede acompañar una pasta, servirse en una baguete con queso o comerse por sí sola.

MILANESA: Una escalopa de ternera, de res o de cerdo americanos sazonada con sal y pimienta, pasada por harina, huevo y pan molido. Frita a la perfección y servida con salsa de tomate transforma cualquier comida en todo un banquete.