Esta especia se obtiene de la raíz que lleva su nombre, se ha utilizado durante siglos en la India, país de origen, en la preparación de curris y como colorante de tejidos, ceras y demás materiales. De igual manera, se ha empleado en otras latitudes para colorar arroces y diversos platillos. En occidente se le suele conocer como azafrán de raíz, por su similitud con este último.

Posee ciertas propiedades nutritivas entre las que destacan el ser un gran antioxidante, ayuda a la reducción de azúcar en la sangre, el mejorar la piel y el beneficiar las funciones hepáticas, entre las más importantes.

Por lo anterior y en esta constante y actual búsqueda de alimentos que no sólo cumplan con la función de satisfacer el apetito, sino que también contribuyan a nuestro bienestar; la cúrcuma se ha comenzado a añadir no sólo como una especia o colorante, sino como un ingrediente que aporte beneficios al organismo.

Es por ello que en 2018 la encontraremos en bebidas alcohólicas y no alcohólicas, en sopas y desde luego en platos fuertes salados donde también se encuentre presente la pimienta, ya que ésta incrementa las propiedades de la cúrcuma y permite que el organismo la asimile de mejor manera.

Los curris son un excelente acompañante de las carnes rojas, por lo que no es de sorprender que la cúrcuma resulte una excelente especia para las mismas, aunque no sea la única salsa que se puede elaborar con ella. El espectro es amplio y para la carne de cerdo americana en particular las opciones son ilimitadas, debido a su versatilidad y capacidad de mezclarse con sabores tanto dulces, agridulces como picantes.